La iniciativa tiene sus orígenes en los trabajos de reflexión y de práctica de campo que llevaron a cabo los consultores y facilitadores chilenos Martin Aradeña y Carlos Briceño durante los últimos 10 años en el marco de sus asesorías a numerosos proyectos de turismo sostenible. Se dieron cuenta de que los esfuerzos de las organizaciones a favor de la sostenibilidad se caían en el tiempo, por eso decidieron trabajar con el tema de la cultura organizacional en términos de estrategias e identidad. Quisieron repensar el propósito de lo que estaban haciendo, convencidos que el turismo regenerativo tenía un potencial único para reactivar la relación hombre-naturaleza y la cultura viva presente en América Latina a través de una metodología diseñada para revalorizar de manera dinámica y creativa su sabiduría ancestral, la diversidad de su naturaleza salvaje, la riqueza y autenticidad de sus tradiciones. Junto a la cada vez más imperante necesidad de restaurar y regenerar la naturaleza.

De ahí nace la iniciativa, de repensar el proceso y preguntarse: ¿Cómo regenerar la relación entre naturaleza, cultura y personas a través del turismo? Comenzando por difundir los principios del turismo regenerativo y desarrollar capacidades para catalizar la reflexión profunda y observar el fenómeno vivo para aterrizar de manera práctica la regeneración. Esto comenzó compartiendo espacios de aprendizaje a través de talleres vivenciales impartidos en varios países de Latino América, logrando atraer a un grupo de participantes originarios de España, Francia, México, Costa Rica y Perú interesados por esta nueva visión del turismo para conformar la Iniciativa Global de Turismo Regenerativo.