Como se menciona en múltiples publicaciones a nivel mundial, la enfermedad COVID-19 ha provocado una crisis económica en todos los sectores económicos y Costa Rica no es la excepción. El turismo en el país presenta el 8.8% de fuerza laborar, su principal ingreso es el turismo receptivo (cerca del 60%) y para el año 2019, logró ingresos económicos por el monto de 3968,3 millones de dólares americanos. Sin embargo, ante el cierre de fronteras y protocolos de seguridad e higiene propuestos por el gobierno, el desempleo es la actividad más evidente; y las personas que todavía mantienen su trabajo, han pasado por ajustes salariales o teletrabajo.
La época cero en turismo, denominada así en el país llegó, pero, ¿hasta cuándo se quedará? ¿el turismo va a ser lo mismo de antes?; o mejor aún, ¿queremos que el turismo sea igual después de la pandemia? Estas interrogantes son las que muchos nos hacemos constantemente.
Desde el ámbito político estatal, el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) presentó el pasado 4 de mayo la hoja de ruta como estrategia para activar el sector turismo gradualmente, entre las principales, generar las condiciones necesarias para el retorno de turismo internacional (cuando este sea permitido), negociación con la banca estatal para apoyar el capital de trabajo y flujo de caja para pequeñas y medianas empresas, reducción de intereses crediticios, y una de las mejores propuestas; optar por un turismo local para estabilizar la economía hasta que den apertura de fronteras. (ICT,2020)
Aunado a esto, la población civil trabaja de forma solidaria para abastecer la necesidad alimentaria de aquellos que tienen cero ingresos, restaurantes en zonas costeras mantienen sus cocinas abiertas para brindar al menos una comida al día a sus colaboradores y vecinos, empresas agrícolas donan sus cosechas a poblados, tour operadoras reinventan sus labores para mantener a flote a sus colaboradores, y así muchos otros.
Otro aspecto a valorar en esta etapa de distanciamiento social son los cambios que la naturaleza está generando. En cuestión de cuatro meses, las playas y cuerpos de agua están más limpios como se observa en la imagen 1 del Estero de Puntarenas, el aire es más puro, la reducción en el movimiento del suelo (comprobado por los especialistas en sismología del país y los animales han recuperado su hábitat; ante esto, los seres humanos no podemos volver al ritmo de vida que llevábamos, no podemos ser turistas del montón, ni esperar que el empresario o gobierno solucione nuestra economía, es momento de ralentizar y trabajar como organización viva.
Ha llegado el momento de ser conscientes con los espacios que visitamos, pedir permiso a la naturaleza, pensar en el movimiento de lo observado, sentir a los que están al frente nuestro y hacer turismo a un ritmo local como parte de organizaciones vivas, a esto se le llama turismo regenerativo.
Considerar el turismo regenerativo como proyecto de moda, puede encasillar la verdadera importancia de la regeneración, por esa razón opto por llamarlo un nuevo modelo de vida, que inclusive va más allá de la sostenibilidad, que calza a la perfección con la era post pandemia.
(Imagen 1. Estero de Puntarenas, tomada por Álvaro Chavarría, marzo 2020)
Al plantear esta forma de vida, no podemos trabajar en una ganancia tipo piramidal, donde solo el dueño de la empresa o actividad turística ve la ganancia, sino, trabajar con patrones de diseño donde todos ganen y que estén dispuestos a hacer los cambios necesarios para que todo fluya. Importante mencionar, que cuando me refiero a ganancias, no solo sean económicas, sino que tanto el viajero, como la empresa, sus colaboradores y la naturaleza ganen. Esto hace pensar en un patrón de diseño como el símbolo del infinito que está en constante movimiento.
La fórmula o estrategia de turismo regenerativo es diferente en todas las organizaciones vivas, no se puede hacer “Ctrl C y Ctrl V”, puesto que cada organización cuenta con un valor de identidad distinto y un patrón de diseño particular.
Como ejemplo de cambio en turismo, muestro la imagen 2 del Puerto de Puntarenas, un turista ordinario puede decir que es un sitio para tomar una fotografía con buen fondo, pero la propuesta desde el turismo regenerativo es que el viajero se detenga en el mismo sitio y se lleve una experiencia, una fotografía memorable analizando las tres relaciones, es decir, qué me aporta el paisaje a mi ser, que le aporto yo a los demás en ese sitio y qué puedo aportarle yo al destino.
Es evidente que la época cero va a pasar, pero todos los que por una u otra forma trabajamos para hacer turismo no podemos seguir con el mismo ritmo, debemos analizar lo que la naturaleza nos está diciendo, debemos ser resilientes, trabajar con conciencia, recibir viajeros con identidad, educar a los viajeros, difundir esta nueva forma de vida, regenerar nuestro pensamiento. Yo, como persona, no quiero que el turismo sea lo mismo de antes, quiero ser capaz de visitar un lugar y aprender de lo que me ofrece; quiero hacer turismo regenerativo.
(Imagen 2. Puerto de Puntarenas, tomada por Álvaro Chavarría, marzo 2020).
El primer llamado de turismo regenerativo en Costa Rica fue en junio del 2019, en el cual participaron empresas hoteleras y agencias de viajes, con altos estándares de sostenibilidad y calidad, centro universitario con gran respaldo en temas de regeneración y docentes dispuestas a formar guías de turismo con pensamiento crítico regenerativo (grupo en el que me incluyo). Pero falta más, es un constante aprendizaje.
De momento, el siguiente paso es fortalecer el movimiento llamado Iniciativa Global de Turismo Regenerativo, con profesionales de diversas ramas de estudio de países como Chile, México, Perú, España, Francia y Costa Rica; que buscan ir más allá de la ciencia, de la sostenibilidad y del arte.
Gloriana Reyes Rojas. MGTS.
Geógrafa, docente y especialista en gestión de turismo sostenible, donde implementa técnicas de Turismo Regenerativo, incentiva herramientas Cartografía Social y Cartografía Táctil que potencializan las destrezas en la formación del guía turístico.
Colaboradora Glocal – Costa Rica
Mayo 2020.
Otto Manuel Arroyo Quesada
03/06/2020 @ 15:28
Totalmente de acuerdo todo cambiara y el contacto con la madre Tierra en adelante será fundamental